La igualdad no es un acto de solidaridad, es un acto de justicia.
La igualdad social supone el reconocimiento de la igualdad ante la ley, la igualdad de oportunidades así como la igualdad de resultados civiles, políticos, económicos y sociales.
La igualdad de género implica que hombres y mujeres deben recibir los mismos beneficios, las mismas sentencias y ser tratados con el mismo respeto.
La igualdad en definitiva es la realización del respeto mutuo, la aceptación de las libertades, derechos y deberes de mis compañeros/as en el mundo, sin discriminar por razón alguna.
Desde nuestra Asociación no podemos más que sumarnos a un principio en el que creemos por encima de todo, LA IGUALDAD; pero no porque todos y todas seamos completamente iguales, ¡qué va!. A nosotros y nosotras nos encanta la diferencia. La diferencia de credos, de razas, de opinión, de gustos, de personalidad; lo que no compartimos es la diferencia social, ni la diferencia por género.
Por ello hoy y siempre nos sumaremos a las palabras de Rosa Luxemburgo y siempre lucharemos:
“Por un mundo, donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”
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